Herbicidas

Los herbicidas agrícolas son productos que tienen el objetivo de controlar y eliminar el desarrollo de plantas no deseadas, conocidas como malezas o malas hierbas. En otras palabras, interfieren en el crecimiento de la planta; ya sea alterando los propios procesos hormonales, dañando las células o inhibiendo la fotosíntesis. 

¿Por qué son perjudiciales las malas hierbas en los cultivos?

Las malas hierbas son uno de los grandes problemas que nos podemos encontrar en un cultivo agrícola; junto con los cambios en la climatología, la calidad del suelo o las plagas.

Para empezar, esta maleza compite en recursos con el propio cultivo, alimentándose igualmente del agua, la luz solar o los nutrientes que hayamos podido aplicar. Esto se traduce en una limitación del crecimiento de nuestra producción, que tendrá que luchar por obtener los recursos que necesita para su crecimiento.

Además, ocasionan problemas de calidad en los productos agrícolas, puesto que hay malas hierbas de naturaleza tóxica para el ganado o los seres humanos. Pero no solo eso, estas también pueden actuar como hospedadoras de plagas y enfermedades nocivas

En definitiva, las malas hierbas van a reducir el rendimiento de nuestro cultivo y van a dar como resultado un producto agrícola de peor calidad. 

Tipos de herbicidas agrícolas

Podemos encontrar diferentes tipos de herbicidas en función de diversos factores; pero si hay una clasificación general de los mismos, esta es en base a su modo de selección. Así encontraremos:

  • Herbicidas selectivos: estos se utilizan para eliminar tipos específicos de malas hierbas, dejando intacta la producción. Son muy utilizados en agricultura ya que pueden emplearse una vez el cultivo está instalado. 
  • Herbicidas totales: los herbicidas no selectivos atacan a todo tipo de vegetación, sin discriminación. Por ello se utilizan principalmente en zonas urbanas o terrenos sin cultivo. 

También podemos encontrar otras clasificaciones, como según el modo de aplicación:

  • Herbicidas residuales: se aplican en el suelo que se va a cultivar. Estos, con el agua de la lluvia o del riego, crean una película en la superficie que evita la germinación de la maleza.
  • Herbicidas foliares: este se administra directamente sobre las hojas no deseadas, siendo de gran efectividad y de acción rápida. Dentro de estos, podemos encontrar otros dos tipos; los de herbicidas de contacto y los sistémicos. Los primeros actúan sobre la parte de la planta que tocan; mientras que los segundos se absorben por las hojas o raíces, penetrando en el flujo de savia para llegar a todo el sistema de la planta. 

En resumen, los herbicidas agrícolas son un producto fitosanitario necesario para el control de las plantas no deseadas en nuestro cultivo. Para una mayor seguridad, como con el resto de productos destinados a la protección de cultivos, siempre debemos seguir con precaución las indicaciones del fabricante en cuanto a su uso y almacenamiento.