Los herbicidas agrícolas son productos que tienen el objetivo de controlar y eliminar el desarrollo de plantas no deseadas, conocidas como malezas o malas hierbas. En otras palabras, interfieren en el crecimiento de la planta; ya sea alterando los propios procesos hormonales, dañando las células o inhibiendo la fotosíntesis.
Las malas hierbas son uno de los grandes problemas que nos podemos encontrar en un cultivo agrícola; junto con los cambios en la climatología, la calidad del suelo o las plagas.
Para empezar, esta maleza compite en recursos con el propio cultivo, alimentándose igualmente del agua, la luz solar o los nutrientes que hayamos podido aplicar. Esto se traduce en una limitación del crecimiento de nuestra producción, que tendrá que luchar por obtener los recursos que necesita para su crecimiento.
Además, ocasionan problemas de calidad en los productos agrícolas, puesto que hay malas hierbas de naturaleza tóxica para el ganado o los seres humanos. Pero no solo eso, estas también pueden actuar como hospedadoras de plagas y enfermedades nocivas.
En definitiva, las malas hierbas van a reducir el rendimiento de nuestro cultivo y van a dar como resultado un producto agrícola de peor calidad.
Podemos encontrar diferentes tipos de herbicidas en función de diversos factores; pero si hay una clasificación general de los mismos, esta es en base a su modo de selección. Así encontraremos:
También podemos encontrar otras clasificaciones, como según el modo de aplicación:
En resumen, los herbicidas agrícolas son un producto fitosanitario necesario para el control de las plantas no deseadas en nuestro cultivo. Para una mayor seguridad, como con el resto de productos destinados a la protección de cultivos, siempre debemos seguir con precaución las indicaciones del fabricante en cuanto a su uso y almacenamiento.